Allergia al Nichel: Quando ciò che mangi può farti male

Alergia al Níquel: Cuando lo que comes puede hacerte daño

¿Qué es el níquel?
El níquel es un metal muy común en la naturaleza y está presente en casi todos los objetos, desde las monedas hasta los cosméticos, las joyas, los alimentos, los utensilios y las tuberías de agua.

Este mineral puede provocar una alergia por contacto (DAC: dermatitis alérgica por contacto), pero también una reacción tras la ingestión de algunos alimentos que lo contienen. La combinación de estos dos tipos de reacciones se conoce como SNAS (síndrome de alergia al níquel).

El primer síntoma cutáneo que puede hacer sospechar una posible reacción al níquel es la aparición de dermatitis, que se manifiesta como enrojecimiento, picazón, urticaria o ardor. Sin embargo, también pueden aparecer otros síntomas (extra-cutáneos), como dolores de cabeza, asma, dolores abdominales, diarrea o estreñimiento, que están estrechamente relacionados con la ingestión de alimentos que contienen este metal.

¿Qué hacer entonces?

La primera prueba para el diagnóstico de la alergia al níquel es el PATCH TEST: se colocan parches con el metal en la piel del individuo durante 48/72 horas. La aparición de enrojecimiento o pápulas indicará la condición de alergia. Si el test es positivo, es fundamental seguir una dieta de eliminación de los alimentos con mayor contenido de níquel (es imposible eliminarlo por completo), para luego reintroducirlos gradualmente una vez evaluados los síntomas. El objetivo es desintoxicar el cuerpo del acumulado de este metal.

Algunas recomendaciones alimentarias:

  • Evitar cacao, chocolate, harinas integrales, avena, frutos secos, soja, legumbres frescas y secas.

  • Evitar alimentos enlatados, a menos que estén sin níquel.

  • Preferir alimentos de origen animal (carne, pescado, huevos) en lugar de vegetales, ya que contienen menos níquel.

  • Preferir arroz, harinas refinadas, patatas.

  • Consumir leche y derivados con bajo contenido de níquel.

  • Preferir ajo, remolacha (con moderación), acelgas (con moderación), zanahorias (con moderación), pepinos, endivias, rábanos, judías verdes (con moderación), habas, hinojo, lechuga iceberg, endivia, lechuga capuchina, berenjenas, patata, boniato, pimientos, radicchio, cebollas, apio, chalotas, valeriana, canónigos, calabaza, calabacines.

  • Preferir plátanos, manzanas y cítricos.

  • Se permite vinagre de manzana y de arroz; aceite (oliva, extra virgen, arroz).

  • Preferir amoníaco para repostería, bicarbonato de sodio, cremor tártaro, levadura madre sin levadura de cerveza.

  • Té y café moderadamente.

  • Agua embotellada (el agua del grifo debe dejarse correr un rato para eliminar el níquel de las tuberías, aunque es mejor evitarla por la presencia de cloro y otros aditivos).

Dra. Benedetta Matarese

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